Si sientes que tus venas se han inflamado, tal vez te estés preguntando si puedes tener flebitis. ¿Quieres saber cuáles son los síntomas, las causas y el tratamiento de la flebitis? Hoy te presentamos diversos remedios caseros naturales para que puedas tratar desde casa este problema.
Lo primero que debes saber es que la feblitis puede tener múltiples causas, aunque las más comunes son los traumas locales, la falta de actividad durante un tiempo prolongado, las varices, el uso de medicamentos por vía intravenosa o la inserción de catéteres intravenosos que te hacen en el hospital, entre muchas otras.
En cuanto a los síntomas, cabe decir que cuando tienes flebitis puedes presentar síntomas o no. Si los presenta, sentirás dolor y sensibilidad y verás que la vena está hinchada y la piel se enrojece. En caso de que notes que tus venas están inflamadas, vete al médico ya, pues además de poder causarte una infección local y hacer que se te formen coágulos, la flebitis también puede hacer que sufras una trombosis venosa profunda y hasta una embolia pulmonar.
¿Tienes flebitis y quieres deshacerte de ella con remedios naturales?
El ajo
Para ponerle fin a la inflamación de las venas necesitarás tener una buena circulación sanguínea y para este fin nada mejor que el ajo. Inclúyelo en tu dieta en abundancia, al igual que las moras, los arándanos y el jengibre.
Levantamiento de piernas
Para acabar con una de las consecuencias del sedentarismo necesitarás movimiento. Así, siempre que puedas levanta tus piernas bien por encima de la altura del corazón como mínimo tres veces al día y, por supuesto, incluye en tu plan semanal como mínimo dos o tres días de gimnasio o pilates.
Compresas calientes bañadas en árnica
Aplicar compresas calientes te vendrá de perlas, si además les incluyes árnica el efecto será aún mucho más efectivo.
Linaza
¿Buscas más remedios que aplicar directamente en la zona? La linaza pasará a ser tu gran aliada. Introduce 50 gramos de linaza en 3 litros de agua, cuélalos y aplica la solución en la zona afectada, bien lavándola o con la ayuda de compresas.
Apio y limón: la combinación perfecta
Si te gustan las infusiones, no puedes perderte las propiedades de esta infusión de apio. Hacerla es muy fácil: hierve en medio litro de agua unos cuantos tallos de apio sin la parte blanca y añádele zumo de limón. Tómatela tres veces al día, ¡y a circular!
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