Alergia a los ácaros: 10 remedios caseros para que lo soluciones

Existen una serie de consejos y remedios con los que reducir los ácaros en casa sin tener que gastar dinero.
Aunque la primavera es la época del año en la que las alergias suelen estar más presentes como al polen o al polvo, hay una que puede estarlo durante todo el año como es la alergia a los ácaros.
Como todos sabemos, los ácaros son inquilinos en todas nuestras casas, acumulándose sobre todo en los dormitorios, exactamente en los colchones de las camas. Suelen crecer de número cuando hay altas temperaturas y zonas con alto índice de humedad y los alérgicos son quienes primero los sufren.
¿Qué podemos hacer para evitar los ácaros?
Vamos a proponerte 10 remedios caseros para acabar con ellos y poder disfrutar de nuestra cama sin tener que sufrir ninguna alergia.
- Humedad baja – Hay que intentar mantener una humedad relativa por debajo del 50% y un deshumidificador o aire acondicionado puede resultarnos de gran ayuda para tal fin. Los ácaros no se reproducen en lugares ni fríos ni con poca humedad.
- Cambiar las sábanas con frecuencia – No podemos dejarlas muchos días porque si no será un paraíso para ellos. Para acabar con ellos en los lavados hay que hacerlo a 60 grados, con lo que acabaremos también con los alérgenos.
- Ropa de cama de algodón – Los tejidos sintéticos no permiten una buena transpiración y se acumula demasiada humedad, malo para los alérgicos y bueno para los ácaros.
- Adiós a las alfombras – Las alfombras están bien, pero en casa de un alérgico a los ácaros es como proporcionarles un parque para que se diviertan y de paso… se reproduzcan.
- Bicarbonato de sodio y aceite esencial de menta o lavanda – Colocando una taza con bicarbonato y 4 o 5 gotas de aceite esencial, lo removeremos bien hasta que quede completamente mezclado. Después esparciremos con un colador sobre el colchón y lo dejaremos actuar durante una hora, luego cepillaremos y… adiós a los ácaros.
- Mejor aspirar que barrer – Si barremos ayudaremos a que los ácaros se dispersen más, aspirando no.
- Si tenemos mascotas, lo mejor es no dejarles entrar en la habitación.
- En un bote con dosificador echaremos agua templada y dos bolsas de té. Lo dejaremos actuar durante unos minutos y después lo esparciremos por la cama.
A los ácaros no les gusta nada. Dejaremos actuar durante una hora y después cepillaremos bien la cama. - En un bote con dosificador también podemos agregar media taza de alcohol, media taza de agua destilada y unas 30 gotas de aceite esencial. Rociaremos la cama, almohadas, edredones, sábanas, cortinas, alfombras, etc.
- El sol es nuestro aliado y si en la habitación da el sol, no dudemos en dejar ventilando más tiempo la cama y si le puede dar el sol, mucho mejor, acabará con la humedad de las sábanas y con la comodidad para los ácaros.